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VINO Y QUESO. Maridaje de vinos y quesos

vino y queso

Vino y queso son una referencia de los mejores maridajes de todos. Esto es así, porque su combinación es de las mas exitosas cuando de comida y vino hablamos. La unión de vinos y quesos a estado siempre muy presente en los bodegones desde hace siglos. Vamos a ver el porque de este buen maridaje, y combinaciones de diferentes tipos de vinos y quesos.

vino y queso

¿Porque tomar el queso con vino?

Al tomar vino y queso, conseguimos que desaparezca mas temprano esa la sensación de sequedad creada por el final del trago de vino, entre salivación y salivación. Esto es debido, a que a mas tiempo de maceración del vino, mas concentración de taninos poseerá. Y en consecuencia, estos al entrar en contacto con la saliva crean esa sensación.

El queso al tener grasa, cuando se mezcla con la saliva y los tanino, hace que el proceso se acelere. Gracias a esto comenzamos a detectar los aromas y matices del vino mas temprano.

Maridajes de vino y queso

Esta lista de maridajes de vino y queso, harán que se potencie el sabor de ambos productos por igual, sin que uno enmascare el sabor del otro. Gracias a ello, conseguirás disfrutar el doble con los gustos y aromas del vino, así como, el sabor de los quesos. Estos son los maridajes mas apropiados de vino y queso:

  • Chardonnay y Sauvignon para quesos frescos: El queso fresco, ya sea mozzarela, queso de cabra o cualquier otro son mas blandos y menos grasos y mas ácidos. Por tanto nos decantaremos por un Chardonnay, pues aporta notas cremosas y ligeramente tostadas, que recuerdan y revelan el lado fresco de esta categoría de quesos.
  • Vino tinto Merlot o Burdeos para quesos duros y semi-duros: El vino para acompañar Cheddar, Gouda, Massdam, etc.. El alto contenido graso de estos quesos, nos permite servir vinos tintos mas potentes y así de esta forma las proteínas de la leche y la grasa cubren la boca enmascaran los taninos.
  • Brie y Vino blanco crianza: El justo toque de crianza del vino blanco, le aportara un toque extra de robustez. Y con ello, si lo maridamos con queso Brie, y su suavidad de sabor y textura, conseguiremos el maridaje perfecto.
  • Münster y Blanco Riesling: Este tipo de vino blanco alemán, es perfecto para la consistencia del queso. Su dulzor, y sabor ligeramente afrutado, le hacen el compañero ideal.
  • Queso azul y vino crianza o reserva: Cualquier queso fuerte tipo roquefort, parmesano, o chedar, van a maridar perfectamente con vinos crianza y reservas que con su fuerza consiguen equilibrar las mezcla.
  • Cheddar, gruyère o appenzeller y vinos tintos contundentes: Un buen cabernet sauvignon chileno, o un syrah como Viñas del Vero funcionara de lujo con las versiones fuertes de cualquiera de estos quesos.
  • Queso Fresco de cabra y Blancos jóvenes: Una copa de verdejo de Rueda como el Ramón Bilbao Rueda, hará realzar los nítidos aromas de un queso fresco.
  • Manchegos con tintos con crianza: Un tinto riojano como el Ramon Bilbao Crianza es la mejor opción para la mayoría de quesos manchegos.
  • Mozzarella y Cava: Los quesos frescos y cremosos funcionan de maravilla con la agilidad de las burbujas.
  • Ahumados y Vinos Mencía: Las habituales notas ahumadas de los tintos mencia, son perfectos para los quesos ahumados.
  • Fondue y Sauvignon blanc: Un fondue exige sin duda vino muy acido que pueda contrarrestar su graso tacto.
  • Gouda y Edam con vino Riesling: Es un maridaje tan apropiado como extraño.
  • Feta con Moscatel seco: Su cremosa intensidad y salinidad de un Feta encuentran un perfecto matrimonio en las bondades frutales de un moscatel seco.
  • Havarti con Riesling: Un riesling fresco y sin azúcar residual como este Barzen Riesling Trocken agilizará cualquier bocado de Havarti.
  • Cantal y Pinot noir: Un pinot noir de la Borgoña como este Cuvée Latour o incluso un tinto del Beaujolais como este Foillard Morgon Classique pueden acompañar de maravilla a este queso francés.
  • Parmesano y vino Barolo: Sólo el fuerte carácter de los vinos italianos elaborados con la variedad nebbiolo parece capaz de compensar la intensidad aromática de un buen parmesano. Hagan la prueba con alguno de los de Domenico Clerico.